miércoles, 27 de septiembre de 2017

HISTORIA DE MI MUNICIPIO.

El nombre de Uspantán, proviene del vocablo náhuatl: Uz-pan-tlán, en donde Uz, es utilizado para nombrar a cierto tipo de gorrión dulce; pant, es empleado para describir una muralla y tlán, es lugar de, por lo que significa: Lugar de murallas y del gorrión dulce. Otro significado es del vocablo quiché utz patán, en donde utz, se entiende como bueno y patán, como cargo u oficio, por lo que juntos significan: Buen cargo u oficio.
El idioma predominante es el uspanteko, seguido en su orden por mayoría; el Kiché, Qekchi, Ixil y el español. El idioma es un elemento de la identidad maya, reconocido como idiomas maternos. Al respecto el 78% de las personas censadas en Uspantán, manifestaron que aprendieron hablar con un idioma maya, mientras que el 22% de ellas responden que el idioma en que aprendieron a hablar fue el español.
En seguida se trasladaron a lo que hoy son las aldeas de Calanté, Chiyutales y el Caracolito y se observan vestigios claros se observan en las modernas aldeas de El Pinal, Chipaj, Cholá, Quizachal y Tierra Blanca. En esta última aldea existía el templo Najtijaa. Finalmente se ubicaron en Tz'unun Kaab' (Uspantán).
Después de que los conquistadores españoles derrotaron el reino Gumarkaaj, los últimos pueblos sin conquistar fueron los ixiles y los uspantekos. En 1529, un grupo de españoles al mando de Gaspar Arias realizaron la primera expedición para conquistar a los uspantekos. Estos fueron asistidos por guerreros de Verapaz, Cunen, Cotzal y Sacapulas, y derrotaron a los españoles. Una segunda expedición, bajo el mando de Pedro Olmos, tuvo el mismo resultado. La tercera expedición, un año después (diciembre de 1530), al mando de Francisco Castellanos, venció a los uspantekos después de que estos no aceptaran un tratado de paz.
En los diez años después de la caída de Zaculeu, los españoles trataron de invadir la Sierra de los Cuchumatanes para conquistar a los pueblos chuj y q'anjob'al8 y para buscar oro, plata y otras riquezas; sin embargo, la lejanía y la dificultad del terreno hicieron que su conquista resultara difícil.
Después de los españoles conquistaron la parte occidental de la sierra de los Cuchumatanes, los ixiles y uspantecos(uspantek) los lograron evadir; estos pueblos eran aliados y en 1529 los guerreros uspantecos estaban hostigando a las fuerzas españolas tratando de fomentar la rebelión entre los quichés. Gaspar Arias, magistrado de Guatemala, penetró en los Cuchumatanes orientales con una infantería de sesenta soldados españoles y trescientos guerreros aliados indígenas11 y a principios de septiembre había logrado imponer la autoridad española temporalmente en el área que ocupan los modernos poblados de Chajul y Nebaj.12 Luego, cuando marchaba al este hacia Uspantán, Arias recibió aviso de que el gobernador en funciones de Guatemala, Francisco de Orduña, lo había destituido como magistrado y tuvo que regresar a Guatemala, dejando al mando al inexperto Pedro de Olmos. Olmos lanzó un desastroso asalto frontal a la ciudad, en donde los españoles fueron emboscados por la retaguardia por más de dos mil guerreros uspantecos; los sobrevivientes que lograron escapar, regresaron, hostigados, a la guarnición española en Q'umarkaj.13
Un año más tarde, Francisco de Castellanos encabezó una nueva expedición militar contra los ixiles y uspantecos, con ocho cabos, treinta y dos hombres montandos, cuarenta soldados españoles a pié y cientos de guerreros aliados indígenas; en las laderas más altas de los Cuchumatanes, en el área que ocupa el moderno municipio de Sacapulas, se enfrentaron contra casi cinco mil guerreros ixiles procedentes de Nebaj y asentamientos cercanos. Las fuerzas españolas asediaron la ciudad y sus aliados indígenas lograron escalar las paredes, penetrar en la fortaleza y le prendieron fuego;13 los sobrevivientes fueron marcados como esclavos para castigarles por su resistencia.14 Los habitantes de Chajul, al saberlo, inmediatamente se rindieron y los españoles continuaron hacia Uspantán en donde había diez mil guerreros, procedentes del área ocupada por los modernos municipios de Cotzal, Cunén, Sacapulas y Verapaz; el despliegue de la caballería española y el uso de las armas de fuego decidieron la batalla en favor de los españoles que ocuparon Uspantán y nuevamente marcaron como esclavos a todos los guerreros supervivientes. Los pueblos en los alrededores también se rindieron y en diciembre de 1530 finalizó la conquista de los Cuchumatanes.15
San Miguel Uspantán («San Miguel»: en honor a su santo patrono, el Arcángel Miguel; «Uspantán» del k'ich'e: «lugar de las murallas de gorriones») es un municipio del departamento de Quiché en la República de Guatemala. Fue habitado en la época pre-colombina por el pueblo uspanteko.
Cuando los españoles e indígenas tlaxcaltecas y cholultecas invadieron Guatemala en la década de 1520, Uspantán y otros poblados indígenas ixiles y uspantekos resistieron varios años a la conquista gracias a su ubicación en la sierra de los Cuchumatanes y a la ferocidad de sus guerreros; tras varios años de derrotar los intentos de conquista española, finalmente fueron derrotados en diciembre de 1530, y los guerreros sobrevivientes fueron marcados como esclavos en castigo a su prolongada resistencia.
Luego de la Independencia de Centroamérica en 1821 fue parte del departamento de Sololá/Suchitepéquez hasta que el 12 de agosto de 1872, el gobierno de facto del presidente provisorio Miguel García Granados creó el departamento de Quiché, al que ha pertenecido desde entonces.4
En el siglo XX, estuvo incluido dentro de la Franja Transversal del Norte que fue creada por el gobierno de Carlos Arana Osorio en 1970, y a raíz del descubrimiento de petróleo en su subsuelo, estuvo en medio de los más aguerridos combates entre el Ejército Guerrillero de los Pobres y el Ejército de Guatemala entre 1978 y 1983. El Ejército de Guatemala llegó a utilizar la política de tierra arrasada en la región para eliminar a los militantes guerrilleros y aprovechar los recursos petroleros, pero por la inestabilidad de la región, los recursos no se pudieron aprovechar. Incluso, campesinos de Uspantán, con la colaboración del embajador Máximo Cajal, trataron de tomar la Embajada de España en Guatemala para forzar a la opinión itnernacional a conocer lo que ocurría en su región, pero el gobierno del general Fernando Romeo Lucas tomó las instalaciones diplomáticas por la fuerza; en el interior murieron todos los ocupantes calcinados tras un incendio que no fue controlado.







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